El verdadero amor. EL AMOR DE UN MARINO.

Todos nos hemos enamorado alguna vez en la vida. Todos, absolutamente todos. Nadie lo puede negar. Y todos, absolutamente todos, hemos realizado alguna hazaña, que raya en la locura, aventura o desesperación por amor. Quien diga lo contrario no es humano, sencillamente el amor está presente desde nuestra adolescencia y permanecerá hasta el día que nos toque zarpar y levar anclas hacia el Creador.

Bueno les voy a contar mi historia de amor, creo que la primera, de una persona que nunca conoceré si me correspondió, sin embargo, sin ninguna vergüenza les comento como es el AMOR DE UN MARINO, al que considero el verdadero amor, aquel que espera, que nunca duerme, que siempre tiene esperanzas, fé, aquel sentimiento que nunca decae, es desinteresado y más que todo puro.

Los años me han servido para poder escribir esto, a lo cual puedo confesar que una lágrima rueda por mis mejillas. El amor como lo conocemos es indescriptible, no existe una definición que pueda satisfacer y encerrar su concepto, sólo es un sentimiento sublime y puro. Eso fue lo que sentí alguna vez y ahora lo replico.

En el año 2001, cuando apenas era un chico de 20 años, estaba en la Escuela Superior Naval en Salinas, para graduarme de Oficial de la Armada del Ecuador, y pude conocer una chica normal, sencilla, alegre, de apenas un año menor que mí.

La vida para graduarse de Oficial era muy dura, un régimen diario extenuante, y la lucha por sobrevivir para hacer todas las funciones que exigen la formación del futuro Oficial, eran supervisadas todo el día. Aunque era mi último año, y se suponían las cosas eran más relajadas, en realidad las grandes responsabilidades que tenía bajo mis hombros hacían que la vida al día al día se convirtiera en una aventura.

Sin embargo en medio de todo eso, las ilusiones del Guardiamarina (estudiante para Oficial), eran recibir una carta, hacer una llamada, o salir franco para ver a su novia. Y es aquí el motivo de mi relato. En ese tiempo no había celulares como lo hay ahora, si se acuerdan el internet era limitado y la velocidad muy lenta, no todos tenían acceso a computadoras de escritorio, peor portátiles, todavía se usaban en forma masiva los teléfonos convencionales y había las cabinas de teléfono por todos lados, las cuales usaban tarjetas!!!!

Era una época única, creo yo que en ésas épocas las relaciones familiares, personales y amorosas eran más unidas al saber que la comunicación no era expedita como ahora. En estos tiempos de cuarentena por el COVID, todos hemos apreciado eso, pero en ese tiempo era tan normal y más aún cuando era para salir franco, sólo para recibir una carta, o el ir hacer una llamada era algo que en la formación del Guardiamarina era una hazaña, una aventura y a veces algo imposible. Salir franco a Guayaquil no era fácil, había que tener una suerte, y para alguien que tenía una novia, era el logro más preciado.

Para un Guardiamarina, tener una novia era algo sublime, podría decirse que el amor estaba y se encontraba en su forma más BÁSICA, INOCENTE, PURA, SINCERA y más que todo DESINTERESADO, y sólo quedaba por expresar en momentos lo mucho que significaba su novia para un Guardiamarina. Ella era su LUZ, su LUCHA, su MOTIVO de existencia, DARÍA TODO PORQUE ELLA LO VIERA UNIFORMADO, daría todo por verla unos minutos, si!!!, eso... aunque sea unos minutos a su lado y que ella le escribiera una carta que sería guardada con todo el recelo del mundo.

Y esa espera, esa falta de comunicación como la conocemos ahora, es lo que daba vida A LA ILUSIÓN, AL AMOR, A LA INOCENCIA, A LA PUREZA, MIL PROMESAS EXISTIERON, Y ESAS HACÍAN QUE SE IMAGINARAN FUTUROS PROVECHOSOS EN ESAS DOS ALMAS. Ese es el amor del MARINO, aquel que espera, que se ilusiona, que nunca decae, y que siempre su corazón hace que pertenezca a esa persona.

...cuando conocí a esa chica meses antes de graduarme, puede conocer lo que era el CARIÑO y AMOR VERDADERO, en cuatro años, nunca había sentido ese delirio y esa SINCERIDAD DE LO QUE ES SENTIR QUE LA VIDA IMPORTA Y VALE LA PENA VIVIRLA, ahora, tenía quien estaba pendiente de mí, y el ir a Guayaquil, era un motivo de alegría que resultaba en una motivación para ir a pelear cualquier guerra, sin mirar el tamaño y fuerza del oponente.

Ahora ella era mi TODO, MI SER, MI SOL, MI LUNA.

El encierro que vive uno dentro de la Escuela Superior Naval por cuatro años y medio, hace que uno valore todo, desde el amanecer, el rugido de las olas, la familia, hasta el último rayo de sol que cae por occidente. Así mismo ese deseo de Ver a su novia o enamorada, hacía que la vida tuviera sentido y que toda la semana fuera una lucha para salir el sábado e ir a su casa y verla, ver sus ojos, su sonrisa, escucharla y que cuente mil historias, sólo el saber que estaba bien daba sentido a la lucha, pase lo que pase después.

Lo que les narro es la expresión más PURA E INOCENTE DEL AMOR, y si mis amigos, existe!!!

El amor puro y sincero existe!!!!

Está ahí!!! todos los días está ahí !!!! NO LO VEMOS... lo Sentimos y se nos escapa día a día, al dejar que la rutina nos sumerja en la desesperanza y la repetición..

PERO EL AMOR ESTÁ AHÍ....

...NO saben lo que hacía por estar con ella, y a todos les contaba mi ilusión... Ilusión convertida en el más dulce sueño que después sería una pesadilla....

Al graduarme pensaba que las cosas seguirían como esa ilusión del encierro del Guardiamarina, pero no fue así.

La realidad era diferente, el mundo como lo conocí en cuatros y medio, era sólo una ilusión, una burbuja, el mundo real era diferente. El amor según ella era diferente....

Muchas veces transformamos el amor en dinero, en bienestar, nos OLVIDAMOS DEL CARIÑO, de la ILUSIÓN, de la BONDAD, de la PUREZA y la INOCENCIA.... y eso fue lo que me pasó con ella. Transformó la pureza en boberías que el tiempo daña, se lleva o se esfumecen.

Con lágrimas cuento esta historia, porque el amor que conocí era eso, pero se transformó de un sueño a una pesadilla. Han pasado 19 años desde que me gradué, y aquella ilusión de meses de encierro, duró apenas unas semanas después de graduarme de Oficial. Nunca más supe de ella y nunca me atreví a buscarla, ni siquiera con las maravillas de la tecnología que existen.

Sé que ella nunca leerá esta historia y no quiero que lo haga.

Sólo quedaron en mí tristezas y desilusiones, como cuando una guerra termina, siendo todos los bandos perdedores.

Pero sólo guardo de ella no lo que pasó después de graduarme, sino aquellos momentos PUROS Y DIVINOS en mi encierro en la Escuela Superior Naval, donde puedo dar FÉ QUE EL AMOR EXISTE Y EXISTIRÁ SIEMPRE.

Pasaron los años, y ninguna tragedia dura por siempre, conocí a mi esposa y ahora tengo una familia que ha pasado mil contratiempos, pero el amor filial es más fuerte y eterno, inquebrantable, nunca nos ha permitido rendirnos... de todo eso, construí mi vida en ruinas, una vida errante y vagabunda a una vida familiar y estable que hasta hoy perdura.

A mi esposa Andrea, le debo el haberme sacado del abismo del odio y rencor...

Con este relato, sin dudar te puedo decir que:

NO DEJES QUE EL AMOR SE PIERDA

NO DEJES QUE EL AMOR SE ACABE

EL AMOR ESTÁ AHÍ... BÚSCALO... ESTÁ FRENTE A TI...

ES PURO... INOCENTE....


Si está contigo no lo dejes ir, SI SE HA IDO ANDA A SU ENCUENTRO.

YO CONOCÍ EL AMOR, el amor verdadero, EL AMOR DE UN MARINO.


Una historia de su amigo...


Víctor.